viernes, 25 de octubre de 2013

¡Me voy de au pair!

Esta es la frase que muchos españoles han pronunciado a lo largo de los últimos años y que, debido en gran parte a la crisis económica que vivimos, el número de personas que decide dedicarse a ello va en aumento.

Pero en realidad, ¿Qué significa irse de au pair? ¿Estás pensando en hacerlo pero no sabes cómo? ¿Quieres conocer la experiencia de otros au pair?


¿Qué es un au pair?

Un au pair es aquella persona que, generalmente a cambio de un pequeño salario, manutención y alojamiento, presta sus servicios a la familia con la que convive. Estos servicios comprenden principalmente el cuidado de niños y habitualmente otras labores domésticas.

¿Qué lleva a una persona a irse de au pair?

El principal motivo por el que un au pair decide emprender este viaje es el aprendizaje del idioma del lugar al que se dirige, aunque bien es cierto que en los últimos tiempos también se ha convertido en una salida laboral para muchos jóvenes. En este sentido, los países de habla inglesa se han convertido en los mayores receptores de au pairs del mundo.

¿Cuáles son los primeros pasos una vez que ya he decidido que quiero hacerlo?


Pues empezar la búsqueda activa de una familia que te acoja y para ello, las dos vías más efectivas son:
  • Páginas web. Hay muchas, pero la que se lleva la palma es, sin duda alguna, aupair-world. En ella puedes crearte un perfil de forma gratuita y las familias que busquen au pair pueden contactar contigo. Además, puedes ver los perfiles de las familias que se hayan registrado y ser tú quien, conociendo sus características de ante mano, les contactes en función de tus intereses.
  • Agencias. No tengo nada en contra de ellas, pero te recomiendo que antes de acudir a sus servicios intentes ingeniártelas con alguna de las webs, simplemente porque son gratis.
Cuando hayas encontrado una familia que cumpla con los requisitos que tu buscas, responde a su anuncio. En el mensaje, haz un resumen sobre tu vida. Cuéntales de donde eres, qué experiencia tienes (sobre todo si has trabajado o estas acostumbrad@ a estar con niños, esto te dará muchos puntos), por qué has decidido convertirte en au pair, que idiomas hablas, cuánto tiempo te gustaría quedarte (gran parte de las familias buscan au pairs para periodos en torno a un año), si tienes carnet de conducir (algunas familias requerirán que conduzcas porque puede ser necesario para llevar a los niños al colegio, así que deja claro desde el principio si estas en condiciones de hacerlo), etc. 

Piensa que la familia en cuestión probablemente recibirá una gran cantidad de solicitudes, por lo que debes ser original e intentar resaltar todas tus cualidades para sobresalir ante el resto de candidaturas.

La familia a la que he escrito me ha respondido que está interesada. ¿Y ahora que?

Cuando la familia te responda, lo más seguro es que ellos te marquen las directrices de como quieren tener la primera toma de contacto. Lo más habitual es que te pidan realizar una videollamada vía skype, en la que os podréis ver y hablar para empezar a conoceros.

Asegúrate de tener un nombre de usuario de skype adecuado y en cuanto comience la videollamada intenta ser lo más natural posible. Contesta a las preguntas que te hagan con sinceridad y no te comprometas a hacer cosas que después no vas a poder cumplir; es preferible esperar y encontrar a una familia con la que de verdad seas compatible.

Aprovecha para preguntar todas tus dudas: cuantas horas tendrás que trabajar, que labores tendrás que cumplir, si tendrás que trabajar fines de semana, si tendrás tu propia habitación, si dispondrás de coche para poder desplazarte, si en su ciudad/pueblo disponen de transporte público, cuánto te pagarán, etc. (Estas preguntas pueden resultar un poco violentas si las planteas de una forma muy directa. Intenta que la conversación fluya y ve sacando toda la información posible).

La familia elige mi candidatura.

En este momento ya habréis llegado a un acuerdo sobre tus futuras tareas, horas de trabajo, tiempo libre y demás, por lo que solo te queda planificar el viaje.

Cuando la familia te confirme la fecha de llegada, lo primero es comprar el vuelo. Si te vas al Reino Unido, RyanaireasyJet y Vueling pueden ser opciones muy económicas.

Después estudia tu destino. Infórmate sobre academias en las que puedas estudiar inglés (además de conocer gente); busca lugares y actividades de ocio y planos del transporte público, tanto para llegar a tu destino como para moverte por él; lleva contigo un listado de hostales o albergues cercanos a la residencia de la familia (just in case), etc.

Llegado este momento, solo te falta esperar a que llegue el día de partida. Asegúrate de que lo tienes todo controlado y sobre todo, ¡disfruta la experiencia!

En ocasiones puede ser duro estar tú solo lejos de la familia y amigos, pero puedes aprender no solo un idioma, sino una cultura diferente, a desenvolverte por ti mismo y se puede convertir en una de las experiencias más enriquecedoras de toda tú vida. ¡Prepárate para sacarle el máximo partido!

Conoce las experiencias de otros au pair.


“Mi nombre es Beatriz y después de terminar mis estudios de Magisterio de Lenguas Extranjeras en Ciudad Real y me di cuenta de que las ofertas de trabajo más suculentas pasaban por delante de mis ojos pero sin ninguna suerte. Comprendí que para mejorar mi inglés o salía de España o salía de España. Así que recurrí por la opción más económica, y en mi opinión, cómoda para empezar en otro país dada mi experiencia y edad, 22 años. Encontré mi familia en la web gratuita au pair-world. Tras varios contactos con algunas familias, algunas de ellas se evaporaban, otras te decían que habían elegido a otra chica y otras simplemente dejaban de interesarme conforme aparecían mejores ofertas. Finalmente y tras largas conversaciones telefónicas supe que iba a ser la nueva au pair de la familia O’Sullivan. Una familia irlandesa compuesta por los padres y tres niños: un niño de 5 y una niña de 2 años, y un pequeño de 6 meses. Mi experiencia como au pair comenzó un 28 de Septiembre de 2011 y duró hasta el 31 de Octubre de 2012. Así que puse rumbo a Cork, la segunda ciudad más importante de Irlanda tras Dublín. Viví en una casa no muy grande pero moderna y muy bien decorada. Un cuarto bastante grande con una cama enorme y con baño propio, detalle muy importante.

Mis responsabilidades y trabajo empezaban a las 8 de la mañana y terminaban a las 5,30 de la tarde, de lunes a viernes. Mis tareas eran muy precisas y consistían en: darles el desayuno a los niños, preparar al mayor y llevarlo al cole. Cuando volvíamos del colegio, recogía la cocina, el salón y el cuarto de los niños. Una vez terminado, y si el tiempo lo permitía, íbamos al parque hasta la 1, hora en la que recogíamos al niño. Cuando volvíamos preparaba la comida, que consistía en un sándwich y algo para picar como queso, pepino o fruta. El resto del tiempo hasta la cena lo pasábamos jugando o viendo alguna película. La cena también la tenía que preparar yo y básicamente era meter algo de carne y patatas al horno. Las roast potatoes o mash potatoes son el alimento principal en Irlanda. Después de la cena, el tiempo lo invertía en estudiar, ir a clases de inglés o dar una vuelta con otras au pairs, lo cual es fundamental para socializar. Conoces a gente de todas las nacionalidades, cosa muy enriquecedora y me di cuenta de las similitudes que hay entre todas las personas, aunque tengamos diferentes orígenes y costumbres. Los fines de semana también formaban parte de mi tiempo libre. Esos días aprovechaba para viajar y explorar el país. Mi pocket money eran 100 euros a la semana y, al no ser muy caprichosa y no ir muy lejos, era dinero suficiente para explorar lo que Irlanda tenía para ofrecerme. Asimismo, las vacaciones y algunos billetes de avión estaban pagados.
La familia me ayudaba en todas las gestiones desde si quería apuntarme a clases, pasando por el transporte hasta venir a por mí cuando perdí el último autobús. Creo que tuve una suerte enorme puesto que los padres al ser jóvenes eran flexibles. Tuve suerte también en el sentido de que los días de babysitting no estaban impuestos desde el principio. Solía ser un fin de semana cada dos meses. ¿Los contras? Claro que los hay, en mi caso el trabajo no era duro, pero era largo. Nunca desconectas puesto que vives con tus jefes, cosa un poco rara. Siempre se extrañan muchas cosas y más cuando tu país es totalmente diferente. Mi familia, mis amigos, el clima y la comida fue lo principal. El sol fue un factor que me marcó mucho y su ausencia por muchas semanas me hacía sentirme apagada, sin energía y a veces deprimida. La responsabilidad era otro factor importante, el estar tantas horas con los niños los cuatro solos, sobre todo al tener un niño de 6 meses al cual le tienes que enseñar todo desde la primera papilla, pasando por andar, baño, comer, hablar, etc.
Una de las mejores cosas que hice fue quedarme en Navidades en Irlanda, ya que pude experimentar una Navidad muy diferente a la que estamos acostumbrados pero, no por ello, menos especial. De la experiencia me llevo a los niños y la relación con la familia, las amigas de por vida que hice allí y el enriquecimiento personal que supuso. Al finalizar ese fabuloso año aprendí que en experiencias como ésta hay que disfrutar, crecer como persona, aprender cosas nuevas y, lo más importante, agradecer las oportunidades. Aprendí a convivir con gente totalmente diferente a mí, a tener más seguridad y confianza en mí. Conocer una cultura nueva es una aventura siempre positiva, que abre la mente a nuevas ideas y formas de ver nuestro alrededor.” 
BEATRIZ (@beatrizmgc)

“Me llamo Fatima y soy de Logroño, aunque mis padres son árabes. Me fui a Andover (Inglaterra) sin apenas pensarlo. Estoy en una pequeña villa que se llama Kimpton, rodeada de paisajes verdes, caballos, vacas... Me fui para mejorar mi inglés porque estoy estudiando el Grado en Estudios Ingleses. La experiencia está siendo inmejorable, estoy avanzando mucho y además me ha tocado una familia estupenda. Son muy buenas personas y soy una más en la familia. Es algo que recomiendo a todo el mundo que quiera aprender un idioma y no disponga de dinero ahorrado.” 

                                                                                                                     FÁTIMA

"Soy de León, y es allí donde comencé la carrera de filología inglesa porque le veía futuro, pero después de 1 año dije, o me voy a Inglaterra a aprender inglés o esta carrera no es para mí. Así que empecé a mandar CVs para venir de niñera, porque es lo más fácil. Me contestó una familia de Cambridge, y sin pensármelo 2 veces me vine. La madre es francesa y el padre albanés. Solo tienen una niña, que ahora tiene 4 años y medio. Yo venía por 6 meses, pero como todos estábamos contentos me pidieron que me quedase hasta el verano, y les dije que sí. Y aquí sigo después de 2 años... con la misma familia. La experiencia la verdad es que muy bien (en mi caso), me han tratado muy bien, me han ayudado siempre y no tengo ninguna queja. Yo aquí estoy solo y exclusivamente de niñera, no tengo ni que limpiar la casa ni hacer nada de eso. Solo cuido de la niña, juego con ella, la baño si hace falta, etc." 
                                                                                                                            
                                                                                                      BEATRIZ




PD: aprovecho desde aquí para agradeceros a las tres el haber colaborado. ¡Gracias!

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